jueves, 10 de enero de 2013

Montar a caballo (castellano)



Parar. Todo ha parado durante un momento. Estaba con el ordenador y algo ha pasado cuando he visto esta fotografía.
No es ningún secreto que dejé de montar a caballo por falta de tiempo hace unos años, después de seis años en una hípica. Entonces tenía mis motivos para hacerlo y no me arrepiento de mi decisión, pero he de reconocer que añoro el sentimiento de montar, mucho. Mucho. Mucho. Muchísimo. No sé por qué. Espera, sí lo sé. Porque es es una de las sensaciones más hermosas del mundo: cuando sientes la conexión entre el caballo y tu alma, cuando el caballo sabe qué quieres sin ninguna palabra, cuando entiendes porque los humanos han usado los caballos durante miles de años.
Así que, en septiembre, cuando empecé mi vida en la facultad de veterinaria, el sentimiento de añoranza de montar a caballo aumentó. Pensé en ahorrar dinero y conseguir el carnet de coche para poder volver a montar el año que viene. Sí, ese es mi plan. Sé cuánto lo echo de menos y necesito volver a montar otra vez.
Y, entonces, hoy, he visto esta imagen de un bebe riendo encima de caballo y he empezado a llorar. No, no he podido parar durante un buen rato. Y cada vez que miro la imagen, me hace volver a llorar. ¿Por qué? Porque la cara del bebé refleja todos los sentimientos de montar. Todos ellos. Y quien monte a caballo sabe de qué estoy hablando. Sí, ya sabes qué quiero decir. Esta imagen me ha recordado cosas que, aunque tenía la sensación de añorarlas, no recordaba y eso me pone triste.
Bueno, ésta es mi historia y a algunos les parecerá insignificante, algunos pensarán que estoy loca, pero es como me siento. No pueden entender cuan importante es para mí. Y ahora sólo quiero poder volver a montar a caballo lo más pronto posible. Creo que voy a colgar la foto en la pared de mi habitación para verla cada día y recordar todo estos sentimientos que hoy me han pillado desprevenida.
A la persona que tomó la fotografía en algún momento, GRACIAS
Al bebé, DISFRÚTALO porque es lo más maravilloso del mundo