miércoles, 6 de febrero de 2013

Fea. Tonta. Torpe. Gorda. (castellano)

Ella se sentía fea. Tonta. Torpe. Gorda. Estúpida. No deseada. Comenzó a llorar. Sentía que nadie le quería. Que no le importaba a nadie. Su vida no era como había imaginado. Había ideado tantas escenas perfectas. Bonitas. Románticas. Irreales.
Se abrazaba a su almohada y seguía llorando en silencio. No quería que la escuchasen. No quería hablar con nadie. Ya ni siquiera recordaba por qué había empezado a llorar. Pero ahora todo parecía triste y gris. No era la persona que hubiese querido ser de niña. Siempre se había imaginado guapa, risueña, con una sonrisa luminosa, alguien a quien todo el mundo tuviese aprecio y quisiesen hablar. Pero no era así. Y sabía que nunca lo sería. ¿Cómo había podido decepcionar tanto a la niña que un día fue? Porque poco importaba que ella quisiese cambiar. No lo lograría. O los demás no dejarían que cambiase. Así estaba montado el mundo. Y aunque se sintiese rebelde, con ganas de gritar, romper cosas y salir corriendo, sabía que no lo haría.
De pronto, dejó de llorar. Su rebeldía se escondió hasta casi desaparecer. Empezó a vomitar para cambiar las cosas. Sintió que era lo único que podía hacer.

domingo, 3 de febrero de 2013

Acuarelas

Aprovechando las vacaciones de febrero para estrenar el set de pinceles y acuarelas de Navidad.