domingo, 10 de julio de 2011

El tragafuegos (castellano)

 Las greñas rubias al viento, las manos grandes y curtidas, los brazos llenos de lametazos de espadas y fuego... Los ojos verdosos contienen las emociones de muchos años, de un corazón cansado y joven a la vez. Dolor, alegría, añoranza, amistad, traición, amor, miedo... Todo a la vez y cada uno por separado al mismo tiempo.
 ¿Por cuántas cosas habrá pasado él? Quién poseyese una respuesta tan codiciada y tan temida... Su voz es suave, como el sol de invierno, pero es capaz de convocar al fuego súbitamente. La piel es cálida, como si quiera recordar todo el fuego que aguarda en su corazón.
 Pero él retiene demasiados secretos en su alma y son cargas pesadas de las que nunca podrá deshacerse. Lo sabe. Lo asume. Pero pesa.
 Pese a todo, cada mañana encuentra un motivo por el que levantarse y siempre es el mismo. Unos cabellos oscuros, una voz hermosa... ella. Por ella esquivó a la muerte y por ella se entregará cuando llegue el momento. 

 Un personaje que me ha hecho soñar mucho más allá que la mayoría, y sí, lloré su muerte. Quizá sepas de quién estoy hablando... 

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